La industria del utiliza como materia prima un recurso natural y renovable en el cliclo productivo.
Gracias a la economía circular reduciremos el consumo de materias primas reciclando los residuos, se reutilizarán los componentes y todo esto logrará un aumento en la eficiencia y una mejora en el rendimiento económico.
Una economía circular implica mercados que incentivan la reutilización de productos, en lugar de desecharlos y luego extraer nuevos recursos. En una economía de este tipo, todas las formas de desechos, como ropa, chatarra y productos electrónicos obsoletos, se devuelven a la economía o se utilizan de manera más eficiente. Esto puede proporcionar una forma no solo de proteger el medio ambiente, sino también de utilizar los recursos naturales de manera más inteligente, desarrollar nuevos sectores, crear empleos y desarrollar nuevas capacidades.
Los materiales plásticos son clave en el modelo de Economía Circular por su capacidad para ser recuperados y utilizados como recursos, teniendo en cuenta la situación actual en la que el mundo avanza a un ritmo vertiginoso en todos los sentidos y la población crece continuamente, con una demanda de productos y recursos cada vez mayor.
Para hacer posible un crecimiento sostenible, es necesario dar el salto a un modelo de desarrollo que reduzca la cantidad de recursos que emplea para fabricar nuevos productos y capaz de dar respuesta a los residuos que genera.
Se trata de pasar de un modelo lineal, basado en el usar y tirar, a un nuevo paradigma que ya se ha bautizado como Economía Circular. La Unión Europea está apostando por este modelo, porque su implantación permitiría reducir los residuos urbanos hasta un 65% en 2030.
La incorporación de material reciclado en los envases, así como el aseguramiento de su reciclabilidad es una de las estrategias más alineadas con los principios de economía circular promulgados por UE. Buen ejemplo de la alineación a esta estrategia es la incorporación de material reciclado en bolsas plásticas reutilizables como consecuencia en el ámbito nacional.
En torno al 40% de las bolsas se incineran y 1 de cada 2 bolsas se envía a los vertederos. Por lo tanto, sería conveniente darles una segunda vida.
La Economía Circular intenta alargar la vida útil de los productos tanto como sea posible. En consecuencia, reducir al mínimo la basura residual. Sin embargo, esto implica grandes desafíos así como cambios para todos los involucrados en la cadena de valor.
El crecimiento anual de la madera es de 46,3 millones de m3 con corteza y las cortas anuales para todos los usos –incluida la fabricación de papel, que supone un tercio del total– son de 15,5 millones de m3 sin corteza (el 33% del crecimiento anual).
Por sus propias características, la industria del papel es una de las que permiten una aplicación más directa de los principios de la economía circular ya que la base de la industria es un material biológico.
Del papel pueden extraerse diversos subproductos y residuos en diferentes fases del proceso de fabricación del producto final. Estos subproductos y residuos se introducen en nuevos ciclos para obtener el máximo valor posible en cada momento.
En primer lugar, la materia prima de la industria del papel, la madera, es un recurso renovable. Y a menudo se pasa por alto el detalle de que en países como España, prácticamente el 100% de la madera empleada en la fabricación de papel procede de plantaciones, es decir, de superficies forestales que una vez utilizadas en la producción, son replantadas para continuar con el ciclo.
De hecho, es sorprendente para muchos el saber que en España se plantan anualmente más árboles de los que se cortan, y que de 13,8 mill. Ha en 1990 se pasó en 2015 a 18,2 mill.
El Certificado FSC® (Forest Stewardship Council, en inglés, o Consejo de Administración Forestal, en español) es un sistema de certificación que, mediante su cumplimiento, garantiza que los materiales y productos utilizados en la producción de los productos proceden de bosques gestionados de forma responsable.
La industria del utiliza como materia prima un recurso natural y renovable en el cliclo productivo.
La industria utiliza como materia prima un recurso natural y renovable, quien recibe un producto con una etiqueta que garantiza su procedencia.
Lass industrias transformadoras fabrican cajas y todo tipo de envases, bolsas, folios, cuadernos, sobres, etc.; hay un sinfín de productos para las más diversas aplicaciones.
Después de su uso, los productos cierran el ciclo convirtiéndose de nuevo en recursos, de acuerdo al postulado esencial de la economía circular.
Las 3R te ayudan a tirar menos basura, ahorrar dinero y ser un consumidor más responsable, así reduciendo tu huella de carbono. Y lo mejor de todo es que es muy fácil de seguir, ya que sólo tiene tres pasos: reducir, reutilizar y reciclar, es una regla para cuidar el medio ambiente, específicamente para reducir el volumen de residuos o basura generada.